Lo malo para ellos es que se lo piden a un padre sin un duro, pero con un montón de bicis y algunos exprays; así que el final estaba cantado.
Las bicis donantes han sido la pequeña morada (su primer bici) y otra de rueda 16"
Un poco de imaginación -que nunca les falta a los niños- y ya tienen casi montada su bmx.
Tan solo falta el último tuneado, el de pintura, así que un sábado de trabajo a tres bandas y...
Vale. Es cierto que no es una verdadera BMX, pero tampoco ellos van a ir a competir a O Marisquiño. Al menos por ahora les llega con bacilar de bici chula.
Ya metidos en faena tuneamos los patinetes a juego. Que no se diga..
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