Cuando uno está aprendiendo le gusta marcarse nuevos retos, hacer cosas diferentes o hacerlas de diferentes formas. Esto está bién porque te fuerza a crecer y aprendes a ver las formas de muy diversas maneras, pero también -a veces- te mete en atolladeros de los que te resulta difícil salir.
Con este encargo me pasó algo parecido: cuanto más avanzaba en él más dificultades encontraba. Pero al final lo he terminado aunque no estoy satisfecho del todo con el resultado, pero parece ser que el cliente quedó encantado así que como dicen en un programa de televisión "Si el cliente está feliz, yo estoy feliz".
El motivo central de la decoración del bolso es "La Luna de Melies" si no me equivoco una de las primeras películas de cine.
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