Y a partir de aquí teníamos que hacer una funda de agenda que fuese discreta y -a ser posible- elegante. El resultado juzgarlo vosotros.
Los materiales y la técnica son los mismos de siempre.
Uno de mis hijos, Antón, empezó este año a tocar la batería y necesita llevar sus baquetas a clase, así es que decidí hacerle una funda para las pudiese llevar sin problemas.